Había vivido con tanta intensidad que tenía quince años y la vida gastada.
MICRORRELATO: CONTRACORRIENTE
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Íbamos miles de personas en la misma dirección, pero no me gustaba adonde íbamos. Me paré, me di media vuelta, y empecé a ir en dirección contraria. Me dieron empujones, codazos, me insultaron, pero al final salí de la multitud y pude ir a mi aire.
MICRORRELATO: EL CAMINO
Salió despacio y cerró la puerta sin hacer ruido. Sus pasos no le llevaron a ninguna parte. Avanzó por las calles sin rumbo. Todas le parecían iguales. Después de tres horas, quiso volver a su casa. No supo encontrarla. Intentó recordar el camino que había hecho pero le resultó imposible. Se había desviado de su ruta demasiadas veces. No pudo deshacer lo hecho, así que decidió seguir caminando.