LENGUA: ¿POR QUÉ HAY PERSONAS QUE DICEN “TREINTA Y UN PÁGINAS” POR EJEMPLO?




Sinceramente, no lo sé. Quisiera encontrar una respuesta porque cada vez que oigo algo así se me erizan los pelos, ¿solo me suena a mí realmente mal? Espero que no. Así que, después de ver el otro día El Intermedio y escuchar a Dani Mateo pronunciar esto me fui a buscar la teoría sobre el uso de los cardinales, que son aquellos numerales que sirven para determinar cantidades en relación a cosas, animales o personas. Según la RAE: “El numeral uno, una se apocopa en la forma un únicamente cuando antecede a sustantivos masculinos: un libro, un coche; o a sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica (una vocal es tónica cuando en ella recae el acento prosódico o de intensidad): un águila, un alma, un hacha; pero no se apocopa nunca cuando antecede a sustantivos femeninos que no comienzan por /a/ tónica: una amapola, una mujer, una novela.” Teniendo en cuenta esto, la lógica nos dice, y la teoría, que todos los numerales compuestos que contienen el numeral uno, una se comportan de la misma forma. Esto nos lleva a pensar que debería decirse treinta y una páginas, ya que el sustantivo que sucede al numeral es femenino.
Si alguien tiene otra respuesta le agradecería mucho que la compartiera en este blog. Me parece muy interesante esta cuestión.

MICRORRELATO: JUSTICIA PARA TONTOS, UY, PERDÓN, PARA TODOS




Un día paseaba por la calle y me fijé en una tienda que estaba muy de moda, en la que vendían todo tipo de sentencias y yo necesitaba una. “La Justicia es igual para todos” ponía en el cartel. Cuando entré en la tienda el dependiente estaba atendiendo a una señora. Su cara me resultaba bastante familiar pero no sabía exactamente dónde la había visto antes y cuando terminó de atenderla se dirigió a mí.

–  ¿En qué le puedo ayudar?- me dijo el dependiente disfrazado con una toga.

–  Necesito una sentencia, es un regalo a un amigo- le contesté.

–  ¿De cuánto dinero dispone?- me preguntó.

–  La verdad es que no tengo mucho dinero.-Le respondí.

– Bueno, no se preocupe, “La justicia es igual para todos”- me dijo con sorna.- ¿Qué delito ha cometido su amigo?

– Pues…Escribió una historia y le acusan de enaltecimiento de la violencia, pero nada más lejos de la realidad.- Le dije con tristeza.

– Puede estar usted tranquilo, tengo una muy buena sentencia que no le va a costar ni un euro. Aquí la tiene.- y me alargó un fajo de unos cincuenta folios.

– ¿Dos años y medio de cárcel? ¿No le parece demasiado?- le pregunté. -He visto que a esa señora le ha ofrecido una sentencia de absolución y sus delitos eran de fraude fiscal y blanqueo de dinero. ¿No le parece que eso es más grave que escribir una historia mal interpretada?

– A ver, usted quiere justicia gratis, pues esto es lo que le puedo ofrecer. -Afirmó.- Si usted quiere una sentencia de absolución necesita mucho más dinero o algún que otro conocido importante. No puedo ofrecerle otra cosa.

– Pues no dispongo de más dinero y a los que conozco están como yo, más pelados que una rata. Pero …en su tienda pone que la justicia es igual para todos.

– Todos los que pueden pagársela, está claro.-me dijo- Bueno, ¿quiere su sentencia o no?

– Pues sí, qué remedio. ¿Me la puede envolver para regalo?

SAN VALENTÍN




Aquí os dejo el enlace de un poema que tal vez os guste.

Te amo